El Trovo se puede hacer recitado o cantado. Usalmente se hace cantado utilizando diferentes estilos flamencos adaptados a la improvisación. Por lo tanto, se puede decir de forma tajante, que el ámbito musical del Trovo es el flamenco.
Aunque en la actualidad se están adaptando más estilos flamencos para la improvisación, como puede ser el caso de la "milonga flamenca", El Trovo siempre se ha cantado por "malagueñas troveras" y "guajiras troveras".
Las malagueñas troveras y anteriormente "la bambera", fueron los estilos adaptados para cantar las cuartetas, las redondillas y las quintillas. En el caso de las estrofas de cuatro versos, se repite el primero y el último dos veces, para cuadrar seis tercios musicales. En el caso de la quintilla, se repite dos veces el primer verso, que sirve, además de para cuadrar a los seis tercios, para hacer como una llamada de atención al espectador, avisando que empieza un nuevo trovo.
A lo largo de la historia, los diferentes troveros o cantaores, han ejecutado el cante de malagueñas mediante estilos bastante diferentes, es decir, no se realiza un único estilo, sino que cada cantaor o trovero, le da su toque característico, sin salirse del esquema melódico de la malagueña.
La guajira trovera ha sido el estilo con el que las décimas espinelas han sido cantadas desde que en la década de los 70, el Cantaor Alfonso Conesa "El Levantino" fuera quien adaptara a esa música las espinelas que le dictaba el Trovero José Martínez "El Taxista".
Si bien, estos dos estilos han sido los principales y tradicionales, en la actualidad, como decíamos, se están adaptando más estilos y hace como diez años, se adaptó el fandango de huelva para cantar las quintillas.
Sin duda, muchos más estilos pueden ser adaptados, el verdial, la rondeña, la minera, la cartagenera, la saeta incluso, pueden utilizarse para cantar quintillas y en cuanto a las décimas espinelas, los tangos o los tanguillos de cádiz pueden ser utilizados, así como la milonga o la vidalita.
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